sábado, 30 de abril de 2016

Reflexión 9. Las y los emprendedores, millonarios.


Vale que no todo el mundo puede ser un emprendedor, pero cómo es posible que un emprendedor confeccionando batas tenga una de las mayores fortunas del mundo, resulta muy extraño. 
Vendiendo honradamente es imposible tener una inmensa fortuna.


Todas y todos conocemos o tenemos familia que trabajan por cuenta propia “emprendedores” lo que siempre hemos llamado trabajo autónomo. Aquí tenemos algunos ejemplos. El de las chuches del barrio, pollero, panadero, fontanero y el taxista. Todas ellas y ellos trabajan por cuenta propia, y es fácil deducir que no tienen grandes fortunas ya que viven en el mismo barrio en el que vivo yo. Es ahora cuando me asalta la duda, si son emprendedores, como es que no son ricos.

Buscando alguna explicación he llegado a la conclusión de qué seguramente mis vecinos, pagan los impuestos, no explotan a otros pagando en B y no han llegado a tener empresas en otros países dónde no se respetan los derechos humanos, y  a la gente se le paga una miseria.


Claro que también podría ser, que confeccionando y vendiendo batas, sin tener que pagar en B, y sin explotar a nadie, pagando un salario decente, seguro, y cumpliendo con el pago de impuestos, tuviese una fortuna menor, pero sin duda tener la conciencia segura es la mayor fortuna que una persona puede tener. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario