Mucho se habla en estos días sobre la deuda griega, pero
nadie habla de cómo ha sido posible llegar a tener esa deuda. En una rápida y mínima
reflexión no parece que haya sido la clase trabajadora. Sin hacer una esfuerzo
mayor de reflexión todo indica, será casualidad, que los últimos gobiernos
griegos con el beneplácito de distintos gobiernos europeos y beneficio de
bancos, alemán, francés, español... han generado esta situación. Estos prestamistas y sus cómplices han
prestado dinero contando con que, ellos mismos, son los que ponen las
condiciones de lo prestado. Esa posición de bandoleros financieros les permitía
prestar dinero sabiendo que con creces se les iba a devolver.
No importaba la cantidad de dinero prestado y en que se
gastaba, los bandoleros financieros sabían que se lo prestaban a otros
bandoleros que se consideraban legitimados, con los votos de la población
griega, para pedir y gastar sin control. A fin de cuentas ni los que prestaban y recibían el dinero se jugaban nada.
Lo malo del juego, entre bandoleros, es que llega un momento
que los que prestan exigen recuperar su prestamos en forma de botín y aquellos
que recibieron ingentes cantidades de dinero y que gastaron en beneficio propio y de sus amigos no lo pueden devolver.
¿Que ha pasado para qué los bandoleros financieros exijan su botín?.
Nunca imaginaron que la ciudadanía griega estuviese harta de ver como los ricos eran más ricos y los pobres más pobres. Ese hartazgo se convirtió en votos en
las urnas, votos que echaron a sus amigos bandoleros.
Los bandoleros financieros con la complicidad de los
distintos gobiernos europeos, se reunieron para estudiar lo que había pasado en
Grecia y sobre todo como podían seguir esquilmando la dignidad griega. Su
sorpresa, fue conocer que el nuevo gobierno no estaba dispuesto a seguir
consintiendo un atraco como el que se venía produciendo.
Bandoleros y Gobiernos, desde el primer momento se pusieron a
manejar toda la maquinaria “eso sí legal” para convencer al nuevo gobierno de
las bondades de los créditos que Grecia recibía. Lo que no se esperaban, es que
el gobierno Griego se pusiera en jarras y dijera, hasta aquí hemos llegado.
La firmeza del gobierno griego ha sacado lo peor de los
bandoleros y sus acólitos y ahora están dedicándose a ejercer toda la presión
posible para vencer la voluntad del nuevo gobierno griego dispuesto a
satisfacer la deuda contraída por el gobierno anterior, pero en condiciones que
no ahogue más social y económicamente a la ciudadanía griega. Nuestro apoyo, no es
de apoyo al gobierno griego nuestro apoyo y solidaridad es con el pueblo
griego. Aprovechemos esta lección de dignidad, para cambiar las cosas y que los
bandoleros financieros y sus gobiernos acólitos sepan (...) que la ciudadanía ya nos
encontramos hartos de sus tropelías.