jueves, 16 de octubre de 2014

Toxo a por ellos, no más Bankias

Estos días asistimos al escándalo de las TARJETAS NEGRAS DE BANKIA. En el (robo) mal uso de las tarjetas una tristeza más es que han participado todos los partidos de igual manera, la derecha y la izquierda, y los Sindicatos y de ellos CCOO.
Para la izquierda que nos comportamos como tales, aprendimos de nuestras madres y padres que ser de izquierdas tiene unos valores que no se aprenden en los libros que son: La solidaridad y la honradez en nuestros actos. Pues bien, unos desalmados, han roto un principio que vivimos día a día con el ejemplo de nuestros mayores.

Mi mayor dolor es ver como algunos elementos en representación de CCOO han actuado de igual manera que esos empresarios que esclavizan y abusan de la clase trabajadora.

Desde aquí como afilado a CCOO. Exijo que la dirección del Sindicato actúe de manera contundente dando de baja a estos indeseables no se puede admitir aceptar su dimisión, eso es como admitir que han hecho una chiquillería.

Ante estos mafiosos, la reacción de la dirección del Sindicato debe ser inmediata y no pasiva. Sólo de esa manera quienes somos de CCOO tendremos las armas suficientes para seguir luchando por unas condiciones de trabajo dignas.

Estos elementos abusando de su condición de representantes de CCOO, mientras robaban, han permitido el desahucio de gentes (los nuestros clase trabajadora) que no podían hacer frente al pago de la hipoteca de su piso por estar en paro.

La dirección del Sindicato no puede permitir que a quienes representamos y han puesto su confianza en nosotros, tengan la más mínima sensación o duda de que todos somos iguales y que CCOO contemporizamos con delincuentes. De una acción clara ante la situación creada por estos mafiosos será la única manera de parar el ataque que sin descanso ni razón harán todos los medios de comunicación, para destrozar una organización que tiene como principio defender el derecho de la clase trabajadora. Toxo, la expulsión de estos mafiosos y la exigencia de responsabilidades por su actuación un deber que tienes. Toxo, animó y a por ellos.


Juan Carlos primero. Un jubilado privilegiado

El pasado 12 de octubre un año más tuvimos un paseo militar. Lo más llamativo es que a ese día lo llaman día de la Hispanidad. No voy a entrar contar lo que pienso sobre el mal llamado descubrimiento de América.
Es una lástima que para celebrar el encuentro de dos continentes se tenga que hacer con un desfile militar, seguro que sería mucho mejor reforzar lazos de amistad con actos inequívocos de fraternidad.
Es muy llamativo que ese día de militares, no fuese el hasta ahora gran jefe de todas las fuerzas armadas, si ese, Juan Carlos primero. Ese primer gran patriota que una vez jubilado sigue disfrutando de privilegios que nunca se gano

Es curioso como el privilegiado pensionista Juan Carlos primero, después de colocar a su hijo (referéndum ya sobre monarquía  o democracia) se olvida de ser ese español ejemplar que ni siquiera asiste a los pocos actos en los que debería estar. Tener sangre azul es lo que tiene, no conoce de compromisos, solo actúa “que no trabaja” en un único interés, el suyo.  

sábado, 11 de octubre de 2014

El Ébola en España

El Ébola en España, hace unos meses el gobierno español repatrió a dos misioneros en fase muy avanzada del contagio de Ébola. En el primer caso no parece que haya ninguna duda sobre que se hizo de manera precipitada y desoyendo otras actuaciones para atender al misionero.

Voces autorizadas además de confirmar la rápida e imprudente medida de la repatriación, aseguran que en España no existen centros con las características suficientes para atender está situación y menos en Madrid, donde venimos sufriendo el desmantelamiento de la sanidad pública.

Todos mis respetos y mi admiración a esas personas que ponen en práctica lo que yo predico, y no soy capaz de hacer, ayudar a las personas en situación de extrema necesidad, en el lugar del sufrimiento. Esto no invalida criticar la rápida y poca reflexión para repatriar a los dos misioneros, y no actuar ante la situación sufrida por un espeleólogo en Perú recientemente. Tenemos un gobierno más pendiente de la presión de la Iglesia que de actuar correctamente ante una situación sanitaria grave.

Ahora que desgraciadamente tenemos un caso de Ébola en España, lo mejor que ha hecho el gobierno es mentirnos sobre la aplicación de los protocolos, como denuncian los profesionales de la cada vez más desmantelada sanidad pública.


Lo único que hace el gobierno bien es distraer a la opinión pública y para ello cuenta con los medios de comunicación. Ya nadie se pregunta por qué se repatrio a los misioneros de manera acelerada. Nadie pone en cuestión la actuación de la Ministra. Ahora nos entretenemos en criticar al Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid por sus salvajes declaraciones. El gobierno español con la ayuda de los medios de comunicación nos ponen como diana de nuestras críticas a un señor que por su edad y palabras, parece que no tardará mucho en abandonarnos, pero habrá cumplido su misión, hacer que nadie pida responsabilidades políticas, y la única solución es enviar al olvido al actual gobierno de España y de la comunidad de Madrid, no nos merecemos esto. Desde aquí espero que Teresa se reponga, y que los gobiernos del mundo hagan lo imposible para acabar con el Ébola y ya que se ponen acaben con las injusticias en el mundo y nosotros exigírselo.

La muerte, si tiene un precio

Hasta cuándo la ciudadanía vamos a seguir de manera pasiva los acontecimientos mundiales que desde nuestro magnifico sillón nos inquietan. Desde la tranquilidad de la lejanía vemos los conflictos bélicos en países pobres. Conflictos que sólo causan muerte y destrucción, cómo es posible que ni tan siquiera nos preguntemos cómo pueden eso países pobres pagar las armas con las que se matan. Además de la pobreza no tienen industria para crear esas armas. Una mínima reflexión nos debe llevar a creer que países (del primer mundo, como decimos) con interés económicos u estratégicos en la zona alimentan los conflictos en su beneficio, bien para vender armas, conseguir recursos naturales para hacer negocio en el primer mundo o mantener una situación militar de privilegio. Claro todo esto sin importar qué consecuencias tiene para la población, que vive en la zona, un conflicto que ellos no han creado.  
Eso sí, nos harán participes de un desastre humanitario, removiendo nuestras cómodas conciencias que reposando en nuestro cómodo sillón estaremos dispuestos a enviar un mensaje solidario a una ONG en lugar de exigir a los políticos que hemos votado que acaben de manera inmediata con esas matanzas, que para eso entre otras cosas les hemos votado. Basta ya, levantémonos del sillón y ejerzamos nuestra solidaridad echando a todos estos que viven de la industria de la muerte.