La voracidad depredadora
de lo público (vamos de lo nuestro) de quienes nos gobiernan por poner el agua
en manos de lo privado, en esta ocasión es vertiginosa. Afortunadamente quienes
quieren talar nuestro derecho humano y universal al agua, tienen el rechazo del
conjunto de la sociedad. Los referéndums que se están celebrando en distintas
localidades, la ciudadanía con rotundidad dice NO A LA PRIVATIZACIÓN. ¿Qué
intereses defienden aquellos, que en su día fueron votados para defender los
derechos de la ciudadanía?
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